sábado, 2 de enero de 2010

Ya no

Cada día que pasa es una lucha constante contra mi inútil necesidad de siempre hacer el bien.
Cada día que pasa es una nueva desilusión. Aprenderé, a los golpes comprenderé que no puedo salvar a todo el mundo. Que no todo el mundo tiene que aceptarme y mucho menos debo importarle a gente que creí cercana alguna vez.
Algún día entenderé, porque aún queda mucho por aprender... por suerte. Pese a que el camino es sinuoso y cada vez hay más barrancos y más dolor, no me detendré!
A esta altura del partido digo que no, ya no tengo nada de que arrepentirme, lo intenté. De muchas maneras lo intenté. Ya no trato de entender lo que no quiere ser entendido.

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